La uva Verdil es una variedad blanca de vitis vinífera autóctona de la zona de Alforins, en el corazón de la subzona de la Denominación de origen Valencia conocida como Clariano, su producción está prácticamente limitada a esta zona y no se conocen plantaciones fuera de ella y adyacentes como Alicante y Murcia. Se la conoce también como Verdoncho de Valencia, verdeja y verdereta. Pese a su nombre no tiene ninguna relación con la verdejo. La uva ha estado en peligro de extinción, pero los nuevos viticultores valencianos que están intentando recuperar las más que interesantes uvas autóctonas que poseen la están recuperando para todos nosotros. Da vinos muy frescos y frutales, con una acidez más que interesante.
La planta es vigorosa de brotación tardía y maduración de temprana a media, la producción de uva es baja, pero de calidad, es poco sensible a las enfermedades comunes de la uva. Sus racimos son pequeños, medianamente compactos y de tamaño uniforme de sus bayas. Sus bayas son de pequeñas a medianas, de color verde intenso y traslúcidas, se desprenden con dificultad del pedicelo que es largo y grueso. Su piel es muy fina con cicatriz estilar marcada y lenticelas. Su pulpa es no coloreada, blanda, muy jugosa y con un sabor diferenciador y acidez muy punzante, al morder las bayas se nota la acidez tan elevada que poseen. La uva tiene una tendencia a la oxidación elevada, por tanto sus vinos no se podrán guardar durante mucho tiempo.
Si la uva se recolecta de forma temprana da vinos excesivamente ácidos y con poca fruta, si se deja madurar da vinos alcohólicos y abocados.
Sus vinos: En pocas ocasiones se ha usado como monovarietal para vinos jovenes, dando en este caso vinos ligeros, aromáticos, con mucha frescura por su muy elevada acidez, sus aromas son los de cítricos amargos como puede ser el pomelo, también a fruta como la manzana o la pera, siendo un vino muy interesante para los amantes del vino, pero difícil para el gran público. Se suele pues usar en coupage, generalmente con uvas consideradas como dulzonas como puede ser la moscatel, malvasía o la chardonnay, quitando el exceso de acidez a la verdil y aportando a estas un punto de chispa y fructosidad. Se ha utilizado también en algún espumoso e incluso como vinos de hielo más que interesantes.
Fuentes: Cronicaeconomica.com, Vitivinicultura, Vinoselección y Enterwine