Nebbiolo

       La uva Nebbiolo es una variedad tinta de vitis vinífera, procedente seguramente del Piamonte en Italia, donde se encuentra principalmente en las Denominazione di Origene Controllata e Garantita (DOCG) de Barolo, Barbaresco, Roero, Gattinara y Ghemme. Fuera de Italia es difícil de encontrar, existen plantaciones de esta uva en EEUU (California, Washington, Oregón y Virginia), Argentina y Australia. Se cree que el origen de su nombre viene de niebla, refiriéndose al velo lechoso (similar a la niebla) que adquiere la piel de las uvas en su madurez. Aunque también pudiera venir de la palabra italiana nobile (noble). Se la conoce también con otros muchos nombres entre los que destaca Spanna, Picutener, Chiavennasca, Picutener

          La vid de nebbiolo es genéticamente inestable y propensa a la mutación. En 2001, había unos 40 clones diferentes de nebbiolo identificados. Destacan entre ellos la uva Lampia, la Michet y la Rosé Nebbiolo.

        La vid es de brotación temprana y maduración muy tardía, por lo que se suelen utilizar terrenos muy expuestos al sol para favorecer su maduración, es una uva propensa a las enfermedades, especialmente las producidas por la humedad ambiental, la uva es propensa a la podredumbre, produciendo sus mejores cosechas cuando en la maduración (septiembre y octubre) se dan años muy secos, en estas condiciones la uva adquiere los niveles de azúcar correctos, el equilibrio tánico y de acidez, así como los sabores afrutados que la caracterizan. La uva tiene tendencia a la oxidación y si esta se produce pierde estos sabores afrutados. En climas más fríos, los vinos tendrán menor cuerpo por falta de acidez y taninos. La nebbiolo prefiere terrenos con alta concentración de mármoles como donde se producen la barolo y la barbaresco. Los mejores productos de esta uva, son los cosechados precisamente en la Denominación Barolo.

         La fermentación de la nebbiolo es complicada por lo tardía que es, lo que hace que las altas temperaturas ambiente hayan desaparecido y la uva tenga que fermentar durante largos períodos de tiempo. Estas fermentaciones largas hacen que los vinos sean aún más tánicos, siendo en ocasiones una característica excesiva, obligando a largos envejecimientos para perder esa agresividad. Actualmente este problema se solventa con los tanques de fermentación con temperaturas controladas y los vinos de esta uva son más agradables y fáciles de tomar. En cualquier caso y cuando el vino se envejecía adecuadamente y en cosechas calurosas que hacían que la uva madurara antes, daba lugar ya de siempre a vinos excepcionales, que han hecho de ellos que se les considerara los reyes de los vinos. 

        En fase visual, los vinos que producen suelen ser tintos de color rubí, especialmente en su juventud, al envejecer, adquiere tonalidades de piel de naranja en el menisco.

          En su juventud, la característica principal es la alta tanicidad y acidez, con aromas a alquitrán y a rosas. Al envejecer se suavizan los taninos, madurando para revelar otros aromas y sabores como violetas, sotobosque, cerezas, grosella, trufa, tabaco y ciruelas pasas, también pueden aparecer aromas a frutos secos, cuero, licor, hierbas frescas o secas, moro, especias…

Maridaje : Carnes, quesos , platos italianos y platos con sabores especialmente fuertes
Fuentes: WIKIPEDIA, Imujer, Vinisfera, El cata vinos y La experiencia del vino

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