La garnacha blanca es uva variedad de vitis vinífera que se cree originaria de España, parece tratarse de una mutación de la garnacha tinta, compartiendo con ella, casi todas las características ampelográficas, vitícolas y enológicas. Más de la mitad de la producción mundial de esta uva se cosecha en España, se adapta bien a climas cálidos y relativamente secos. Se la conoce también como grenache, grenache blanc, alicante blanca, sillina lanc, belán, rool grenache, garnatxa blanca, feher grenache, etc.
El origen de esta variedad parece estar situado en el Noreste de España, su producción principal se centra en la DO Terra Alta donde se produce un tercio de la producción mundial. En Alella, Costers del Segre, Tarragona tiene una producción importante, estando autorizada en Cariñena, Cigales, Costa Brava, Navarra, Priorat, Somontana y Rioja. Del Noreste de España, pasó al sur de Francia donde en el valle del Rodano, tiene una segunda tierra
La planta de la garnacha blanca es muy vigorosa y de porte muy erguido, su fertilidad es alta y su producción media, sus racimos son entre pequeños y medianos, bastante compactos y pedúnculo corto. Sus bayas son medianas, de tamaño uniforme, su epidermis es verde amarillenta y forma elíptica, siendo difícil la separación del pedicelo. El grosor de su piel es fina, y su pulpa es blanda, jugosa, no coloreada y sin sabores particulares, con pepitas presentes. La brotación es de temprana a media y su maduración media, teniendo un ciclo medio. Las plantas son muy resistentes a la sequía, adaptándose bien a terrenos poco fértiles. Es resistente al oidio y poco sensible a mildiu y a la botrytis, pero si es sensible al corrimiento del racimo (más que la variedad tinta de la que parte). Es sensible al exceso de humedad y al encharcamiento.
Da lugar a vinos con cuerpo (para tratarse de un blanco) y elevada graduación. Predominan los matices amarillos y presenta aromas de fruta madura con un fondo de retama que le confiere originalidad. Sufren con facilidad oxidaciones precoces. El ataque en boca es suave, con moderada acidez y algo cálido debido a su elevado grado alcohólico. Se suele utilizar en monovarietales o en coupage con Macabeo, a veces también como vinos rancios de color dorado usados para vinos de postre.
Es una variedad rústica, que durante mucho tiempo solo se usó como uva de mezcla con otras, o para elaborar vinos tintos. Actualmente es una uva de moda y está mostrándose como una variedad importante.
Su contenido en azúcar es elevado y por tanto da vinos alcohólicos, siendo su acidez relativamente baja.
Es como la garnacha tinta una variedad muy oxidativa, por lo que hay que tener cuidado para que esto no sea un problema.
Protocolo de cata
Fase visual: La garnacha blanca da vinos con colores amarillo pajizo, con ciertas tonalidades verdosas, por su tendencia a oxidarse este amarillo pajizo tiende con el tiempo a oscurecerse.
Fase olfativa: Son vinos de intensidad aromática alta, con notas florales, fruta blanca de hueso y tropical, también da aromas cítricos y herbaceos y a frutas blancas confitadas.
En boca: La garnacha blanca en boca se muestra alcohólica, con entrada fresca y dulce, con cierta untuosidad y un cuerpo raro en un vino blanco, tiene persistencia y aromas a melón y melocotón. Son vinos bien estructurados. Si se cultiva en zonas frías, mejora la acidez de los vinos.
Elaboraciones de la garnacha blanca
Tradicionalmente era un vino usado en mezclas, especialmente con Macabeo o con otras uvas que la proporcionen una mayor acidez.
También se usaba para la elaboración de vinos dulces naturales y rancios de color dorado, grasos y amplios. Tanto solo como en coupage con por ejemplo moscatel o PX.
Maridaje:
La garnacha blanca marida bien con arroces, pastas, ensaladas, pescados, chocolates y quesos.
Fuentes: Diccionario del vino, Miteco, Wikipedia, Vitivinicultura , Enterwine, Un buen vino y La página de Bedri