También llamada Ferrol, es una variedad tinta típica de Galicia, con una expresión muy completa, aportando aroma y boca a los vinos. Suele utilizarse mezclada oportunamente con otras variedades como es lo más común en el Ribeiro, pero es apta para elaboraciones monovarietales.
Agronómicamente es una variedad difícil, de vigor, fertilidad y productividad media; se adapta bien a terrenos sueltos, tiene un buen comportamiento en poda larga siempre que se controle la producción, es medianamente sensible a la sequía y muy sensible al viento y al golpe de sol y su época de desborre y maduración son medias. Con respecto a las enfermedades ofrece resistencia buena ante el Mildiu, baja a la Botrytis y baja al Oídio.
Características
Racimo de tamaño mediano y compacidad media tirando a compacta, la longitud del pedículo es muy corta
Baya de tamaño pequeño a mediano y uniforme de color azulada negruzca y forma circular. El grosor de la piel es medio y su pulpa esta sin pigmentar, siendo ligeramente dura y muy jugosa, no tiene sabores particulares y tiene pepitas
Sarmiento Marrón y superficie lisa estriada
Sus vinos: Se obtienen buenas maduraciones con graduaciones de 12 – 13 % vol y con excelente mantenimiento de la acidez proporcionando vinos equilibrados, frescos, con mucha personalidad, aromáticos, destacando los recuerdos a fruta roja, fresas, cerezas, frambuesa… e incluso notas de hierbas aromáticas y especias; en boca tienen una buena estructura y cuerpo. Normalmente se utiliza mezclada con otras variedades, como complementaria o como base, aportando mucha calidad al conjunto, si bien es perfectamente apta para la elaboración de monovarietales ya que es una variedad muy completa. Su buen contenido poloifenólico y de acidez hace que sea una variedad muy apta para la crianza.
Maridaje: Carnes, quesos, embutidos, ahumados y platos grasos y con sabores fuertes
Fuentes: La página de Bedri, Uvinum, DO Ribeiro